Fuente: http://smoda.elpais.com/articulos/simone-veil-el-aborto-y-la-proclama-de-las-343-zorras/5636
Simone Veil, el aborto y el manifiesto de las '343 zorras'
Francia revive con una película los tres días intensos de 1974 en los que su gobierno debatió la legalización del aborto.
CARLES GÁMEZ
04 DE DICIEMBRE DE 2014
07:30 H.
Simone
Veil en una imagen de la época y la actriz Emmanuelle Devos en la
película 'La loi, le combat d’une femme pour toutes les femmes'
Foto: Getty/ France 2
Etiquetas:
“No
podemos seguir cerrando los ojos sobre los 300.000 abortos que cada año
mutilan a las mujeres de nuestro país”. Con estas palabras, Simone
Veil, la ministra de Sanidad del gobierno de Jacques Chirac denunciaba
el drama de los abortos clandestinos en Francia ante los diputados de la
Asamblea francesa. Abogada, política y superviviente del campo de
concentración de Auschwitz, Veil fue la encargada de defender ley de la
interrupción del embarazo, una cuestión que levantó un duro y agrio
debate en la sociedad francesa desde el anuncio de su elaboración. Como
la propia Veil recordaría más tarde en su autobiografía, Une vie,
“frente a un estamento conservador -el médico- yo ofrecía tres
significativos defectos: Ser mujer, estar a favor de la interrupción del
embarazo y por último, ser judía”.
La
batalla por el derecho al aborto ya contaba con algunos
pronunciamientos notables. El 5 de abril de 1971 un manifiesto firmado
por 343 mujeres reclamaba el derecho a la interrupción del embarazo en
la revista Le Nouvel Observateur. El texto redactado por la
escritora y filósofa Simone de Beauvoir lo suscribieron escritoras,
actrices, directoras de cine, etc. Entre las firmas que aparecían se
encontraban nombres conocidos como Catherine Deneuve, Françoise Sagan,
Jeanne Moreau, Delphine Seyrig, Marguerite Duras, etc. Todas ellas se
autoinculpaban, declarando haber abortado mientras reclamaban el derecho
a un aborto libre. A raíz de un chiste de la revista satírica Charlie
Hebdo aquella proclama acabará conociéndose como la de las "343 salopes"
(“Las 343 zorras”).
Reportaje de 'Le nouvel observateur' sobre las 343 firmantes del documento proaborto en los 70.
Foto: Le Nouvel Observateur
El
manifiesto supuso una importante plataforma mediática para el
movimiento feminista y los derechos de la mujer en la Francia de la
década de los setenta. Otro tanto ocurre con el llamado Proceso de Bobigny por
el que se juzgó a una joven de 16 años que abortó después de haber
sufrido una violación. El caso suscitó una gran movilización social. El
contexto y perfil humano de las implicadas, una familia de extracción
humilde que se vio abocada a una solución dramática, sacó a la luz la
tragedia de los abortos clandestinos en la Francia del bienestar. La
joven fue finalmente absuelta y la despenalización del aborto se
convirtió en una cuestión de primer orden para el gobierno del
presidente Valery Giscard d’Estaing, que culminó con la elección de una
mujer (la única de su gabinete) como Simone Veil al frente del
ministerio de Sanidad. La nueva ministra, después del fracaso de su
antecesor, Michel Poniatowski, abogó por una ley según ella “necesaria
ante la injusticia y la ineficiencia de una legislación caduca sobre el
aborto”, poniendo énfasis en “la desigualdad social de las mujeres ante
un embarazo no deseado”.
Simone Veil VS. la caracterización de los tensos días que se vivieron en la Asamblea francesa.
Foto: Getty/ France 2
Cuarenta años despues, una película La loi, le combat d’une femme pour toutes les femmes (Christian
Faure), producida por el canal público France 2, ha devuelto a la
actualidad aquellas semanas que la sociedad francesa vivió, seguramente
desde el famoso Caso Dreyfuss, uno de sus debates más ásperos y
confrontados en la calle y en los medios de comunicación. La actriz
Emmanuelle Devos ha sido la encargada de interpretar a Simone Veil, una
recreación por la que ha recibido el aplauso de la crítica por su
impecable ejecución dramática y transformación física. La película, como
una obra de suspense, recoge esos tres días históricos de noviembre de
1974 protagonizados por esta mujer dispuesta a librar su combate en
medio de una asamblea compuesta mayoritariamente por hombres, solo 9
diputadas frente a 483 diputados. Su voluntad, poner fin a una inusticia
histórica para las mujeres.
El
primer día de debate en la Asamblea, un hemiciclo donde el ambiente era
tan denso que se podía cortar el aire con el filo de un cuchillo, y con
una buena parte de los diputados de su propia formación política en su
contra, Simone Veil pronunció unas palabras que resonaron en toda la
sala: “Me gustaría hacerles compartir una convicción de las mujeres.
Pido disculpas por hacerlo ante una asamblea formada exclusivamente por
hombres: Para ninguna mujer abortar es una cosa placentera”.
Emmanuelle Devos, caracterizada como Simone Veil y rodeada de los hombres de la Asamblea.
Foto: France 2
A
lo largo de más de veinticinco horas de debates Veil tendrá que
escuchar los ataques más violentos (y hasta personales) desde los
sectores más radicales de la derecha. La misma Veil verá cómo su casa
amanece con pintadas injuriosas, cruces gamadas y recibe amenazas de los
sectores más integristas. Un diputado, Alexandre Bolo, la acusa de
“instaurar un nueva forma de eutanasia legal”. Las palabras del político
conservador suscitan un gran escándalo en el parlamento cuando se le
recuerda que la familia de Simone Veil había muerto en las cámaras de
gas de los campos de concentración. Veil no abdica en sus convicciones,
lo único que le preocupa es poder alcanzar esa mayoría necesaria para
aprobar la ley. “Los poderes públicos no pueden eludir su
responsabilidad” responde a los opositores mientras defiende su ley
como” representante público y como mujer”.
Despues
de tres días de debates apasionados y enardecidos, la ley de
despenalización del aborto es finalmente votada en la noche del 29 de
noviembre de 1974: 285 votos a favor y 188 en contra. En los votos a
favor se mezclan los de la izquierda, socialistas y comunistas, y de
centro. El proyecto de ley recorrerá despues el senado siendo finalmente
el 17 de enero de 1975 promulgada. Una despenalización del aborto, que a
pesar de sus limitaciones y provisionalidad, entre otras deficiencias,
quedaba fuera de la cobertura de la Seguridad Social y acababa con una
legislación que a lo largo del siglo XX había penalizado a las mujeres.
En algunos casos hasta con la pena de muerte. Como el caso de
Marie-Louise Giraud, que moriría en la guillotina en 1943 acusada de
realizar abortos. Una mujer y un discurso de cuarenta y cinco minutos en
la Asamblea habían conseguido cambiar finalmente el curso de la
historia. La valentía y la firme convicción de una mujer que, quizás sin
quererlo, acabaría convertida en uno de los iconos del combate de la
mujer por sus derechos en el siglo XX.